edición soporte papel revista voces 2 años
Rumor y Gritros

El viernes 6 de junio, en horas de la mañana, falleció en Buenos Aires la poeta Mirta Liliana Urdiroz, colaboradora de diversas publicaciones literarias, y activa promotora cultural.
Es esta edición de revista voces y susurros rumor y gritos, un homenaje a su memoria.
Que en paz descanse.
Serie Poesía
Mirta Liliana Urdiroz...
Jamás
Jamás
nadie lo sabrá
excepto tú
cuánta distancia se troca
un instante
cuánta duda se envuelve
y se desarma en una tarde
caminando tan sólo
a tu lado
por las calles de Adrogué
Como sus rincones
fueron sueños
por tu mágico relato
como sus calles
arboladas de delicias
se volvieron siempre
por un rato
No había visto tu rostro
no conocía tus calles
ahora
sólo por recordarlo
tiemblo
Cuando sus manos furtivas
Cuando sus manos furtivas
Rozan la anacarada azucena
Y en un gesto atrevido
Posan sus labios en ella
Letras aromadas escapan
Envolviendo su nombre
Ella sonríe y calla
Y Juega
Y juega
En el río
El murmullo de los árboles
Con la sombra de un pájaro
Que apenas se atreve a posar
Y entonces
El idilio se hace pausa
En cada tarde
Es diciembre
Y ellos no lo saben
Y cuando creía
Y cuando creía
En el ya nunca
Y cuando la certeza
Del no encuentro
Me sorprendía ensayando
Una despedida
Palabras cautivantes desconocidas
Llegaron mansas
Entonces
Otra vez
Poseída

Teta de Niquitao Anders trujillanos Venezuela
Carmen Maria Camacho España
del libro Poemas para la Libertad
AZUL
Cobertura azul,
Que se duplica
Azul.
Que se multiplica,
Sobre el más halla.
Azul,
Por los horizontes
De cumbres
Terrenales.
Un cobalto,
Sin vértigo
En el fin
Del camino.
LUZ DESEADA
Deslumbradas luces,
Que esconde las imágenes
De palabras
De un orfebre.
La superficie brillante,
En una propuesta
Deseada de luz
Esperada.
Tiempo y espacio,
Inacabado
Luz deshabitada,
De mañanas
Empapadas con gotas
De roció.
Morada sin límites,
Donde nacen
Las cosas soñadas.
Hogar sin murallas,
Donde la mirada humana
No alcanza la luz
Deseada de la alcoba.
THE DAY AFTER TOMORROW
La mañana
quería ser
alondra.
Y la tarde
quería ser
ser gorrión.
Yo digo
océanos
de tonterías.
Y, de todos modos
los días se suceden
unos tras otros...
Martes
miércoles
Y, viernes.
In the morning
the day after tomorrow
tomorrow morning.
OTOÑO JAENERO
Es el otoño,
del otoño,
primaveral,
los membrillos,
el cante,
los últimos,
grillos,
otoño
es otoño.
Otoño al sol,
el membrillo,
otoño
es otoño,
limonero,
naranjo,
y romero.
Son aliños,
aceitunas,
cornezuelo,
otoño
es otoño,
verde y olivo.
Aceituneros,
un Jaén,
en el olvido,
con sus olivos,
verde oro
es otoño es otoño
¡aceituneros altivos¡
Ceuta edo Zulia
Costa Oriental del lago.
Salvador Pliego México...
Del libro... Poemas de Amor
La noche y tu mirada
Perenne, eterna, inquieta,
como libélula diamantina,
como estero entre los brazos y en la mano.
Eres el centelleo de la noche,
la frágil luna inamovible,
el destello acumulado,
la rotunda mirada de los astros.
En ti recorren los vientos su gemido.
En ti se apagan los dolidos ruidos,
se vuelcan uno a uno hasta quedar silentes.
¡Ah!, la noche misma en tu mirada,
en tu pupila abierta hacia la vida.
Y la obscura cúpula del orbe
mirándote a la cara,
como yo te miro, allá en la lejanía.
Momentos
Me tientas y te tiento:
Tu mano hace en mí
lo que la semilla hace al fruto.
Me tocas y te toco:
La noche plasma en ti
lo que a mi pecho tu latido.
Me palpas y te palpo:
Te envuelves en mi cuerpo,
te fundes y diluyes.
Te acaricio y me acaricias:
De un torso a otro torso,
de un giro a otro giro.
Te instigo y me instigas:
Provocas e incitas,
provoco y seduzco.
Me acerco y te acercas:
La noche hace en el tiempo
lo que la cópula en el nido.
Te beso y me besas.
Te callas y me callo.
Te vuelcas y me vuelco.
fachadas de casas zulianas
Los Niños de la Noche
Por Rubén Patrizi
Cinco años
Siete años
Dos hermanos de la vida
El menor aún balbucea
el mayor ya usa un arma
El menor corre por la ciudad
Con lágrimas en los ojos
El Mayor es su padre, su madre, su amigo
lo cuida
Fuman; beben, y matan
El mayor camina como dormido
Y ciega vidas alegremente
Sin remordimiento
Sin derramar un sentimiento
Sin odio
Con crueldad infantil
Porque no tiene conciencia
Es fácil para él
Pero ama a su hermano
Y lo protege
Y están en el rancho
en el cerro se ocultan
El menor esculca la basura
Para paliar el hambre
El mayor asalta en las esquinas
Y corren y corren
Huyen de las sombras
De si mismos
Viven en la miseria
Tratando de ocultarse de la vida
Escapando
Sus ojos están secos
no brotan más las lágrimas......
Pescadortes en el lago de Maracaibo
La Crisis según Einstein
"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis donde nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla".
ALBERT EINSTEIN
Atardecer en el lago de Maracaibo
Transporte Wayuu.. Venezuela Goajira venezolana
Cortesìa de
http://www.cruzrojazulia.org.ve/galeria/displayimage.php?album=lastup&cat=0&pos=74
UN FANTASMA ENTRE LA LUZ Por Rubén Patrizi
Para Mirta
Amanece, la claridad que empieza a entrar a la casa, no parece despertar ninguna emoción. Tomas tu café con ambas manos. Piensas ensimismada en tu soledad, esa forzada que te llega hasta lo huesos.
Te pesan los párpados, las mejillas se te caen, se deslizan con sentimiento de pesar hacia abajo, en la boca hay una mueca de u invertida que forman tus labios, y en los ojos que se achinan, el verde se apaga, tornándose casi gris.
Tú bata de algodón pesa, te sientas en ese sitio, de esa mesa que te produce recuerdos; algunos gratos, otros, de querer olvidar.
Te sientas en esa mesa como sea, desgarbada, con las piernas abiertas, frente a esas frutas de adorno, de mentiras, como todo lo que te rodea, que te da la impresión de una gran falsedad... y ese día triste; donde no se siente el calor de la luz, que quiere entrar por los ventanales.
Cierras lo ojos y los abres, y en ese instante, estoy yo; aparezco con una simple sonrisa, te quito la taza de las manos y arrojo su contenido, todo ese líquido negro, aguado, frío. Te empiezo a preparar uno nuevo, te levantas, vas a tu habitación y regresas de nuevo, renovada, regresas, con el pantalón azul, el celeste, aquel de lino, vienes con tus sandalias, las de medio tacón esas que hacen lucir tus dedos y tus uñas color de rosa. La que te da más altura y esbeltez Vienes con esa blusa, también la azul, que realza y rejuvenece tus formas. Traes un poco de carmín en los labios, y una sonrisa cómplice. Tus ojos se tornan grandes y redondos y la mirada se alegra, Hay un poco de sombra y algo de azul debajo de esas cejas.
Te sientas, ahora cierras las piernas, te tomo por los hombros, te abrazo con mis manos y te doy calor, te toco el mentón levanto tu rostro, te digo "voila, que cambio amiga". Me miras y sonríes.
Te sirvo de nuevo el café, en ese platico rojo y en esa cuchara diminuta, la que brilla; te ofrezco un poco de pastel, y te doy una servilleta blanca, muy blanca.
Ahora la claridad entra por las ventanas, ilumina el azul de la cocina, ilumina las habitaciones, toda la casa. La luz del amanecer brilla intensamente, entra a borbotones cambiando ese día que era parecía triste, y lo cambia todo.
Das un sorbo a ese café aromático, humeante, caliente, espeso, y me voy... Me alejo junto a ese humo volátil, me esfumo entre la luz que te va alegrando el día, y que entra sin miedo, aclarando. Me llevo la servilleta untada de carmín.......
Dejando el verde de tus ojos, que irradia una luz nueva intensa llena de color y alegría.
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